Disfrazado


Esta noche por lo visto, con las luces encendidas,
¡qué armonioso se presenta el bonito carnaval!
Para aquellos que no sufren amarguras en la vida;
¡para aquellos que disponen, que jamás les falte pan!
Ambulante y disfrazado con mi traje de miseria,
arrojando débilmente serpentinas de aflicción.
Atravieso por el corso de mi única tragedia
junto al lloro de mis hijos, sin alivio al corazón.

Pienso...
Que a mi rostro en realidad
hoy la cubre el antifaz
de la ironía fatal
de mi triste situación...
Oigo...
Cuando suena la matraca,
que la pena ya en mi casa
ha rendido mi comparsa...
que a Dios pide protección...

El eco de madrugada trae el vaivén de los coches,
de seres que alegremente van vivando el carnaval.
Mientras me ha sido imposible dormir durante la noche,
pensando para los míos poder conseguir el pan...
Seguiré, quién sabe cuánto, disfrazado de miseria
con el rumbo lentamente hacia el gran “Palco Oficial”.
Y en el mundo de lo muertos terminarán mis tragedias,
¡obteniendo primer premio si festejan carnaval!


Autor(es): Alejandro Da Silva, Antonio Esteban Tello