El espectador


Habita en su bastión inalcanzable
como un rey eterno,
contando vivos,
contando muertos.

Ahí va uno.
¡Pum!
Muerto.

¡Qué buen papel de quien comercia con vidas
y no mancha sus manos con sangre,
pues otros por él lo hacen!

Felicidad en dosis suministrada por los Media.
¡Puedes llegar a ser ganador!
¡qué felicidad ser libre en le metro de tu celda!
¡Qué tranquilidad no ser el único oprimido!
¡Vaya seguridad ser espectador mediatizado!

¡Qué buen papel de quien comercia con vidas
y no mancha sus manos con sangre,
su pasividad por él lo hace!