El viejo amor


Por unos ojazos negros
igual que penas de amores,
hace tiempo tuve anhelos 
alegrías y sinsabores.
 
Al dejarlos algún día, 
me decían así llorando
no te olvides vida mía
de lo que te estoy cantando:
 
Que un viejo amor
ni se olvida ni se deja.
Que un viejo amor
de nuestra alma sí se aleja, 
pero nunca dice adiós.
Un viejo amor...
 
Ha pasado mucho tiempo
y otra vez vi aquellos ojos,
me miraron con despecho, 
fríamente y sin enojos
y al notar ese desprecio 
de ojos que por mi lloraron,
pregunté si con el tiempo
sus recuerdos olvidaron.
 
Que un viejo amor
ni se olvida ni se deja.
Que un viejo amor
de nuestra alma sí se aleja, 
pero nunca dice adiós.
Un viejo amor, un viejo amor...