Agua


Agua, siempre en mis sueños, agua,
dueño de mí el sonido dolorido del mar.
Agua. Siempre en mis ojos, agua,
rojos amaneceres, barcos viejos que van
con una lenta melancolía
sobre un cielo de sal.

Agua. Siempre en mis manos, agua,
dentro de mí el destello de la espuma al blanquear.
Agua. Siempre en mis huesos, agua,
tristes atardeceres, lentos trenes que van
con sus pañuelos y despedidas
sobre un cielo de sal.

Recuerdo tu vientre de agua.
¡Ay, madre! Yo me mecía.
¿Me recuerdas?
Yo era entonces un pez,
y me columpiaba
tan alto dentro del sueño
que hasta el agua me envidiaba.


Autor(es): Víctor Heredia, Luis Eduardo Aute