Quédate este bolero


Debió ser que te esperaba tanto
que no supe deshojarte el vestido
y me quedé en mitad del ocaso
temeroso de fiebre y vacío.

Debió ser que te soñaba tanto
en las lánguidas horas del frío
que no puede salvarme del lazo
y te dejé a mitad de suspiro.

Quédate, quédate este bolero
que te llegue a donde no te alcanzo
súfrelo como si fuera nuevo
y cántalo a pedazos.

Déjate rodar por sus aleros
llóralo de rabia y desencanto
y báilalo, si el despecho y el genio
te dejarán bailarlo.


Debió ser que me gustaba tanto
ese olor a paloma de río
que no pude ganarte los labios
con la hiel y el temblor de los míos.

Debió ser que me excitaba tanto
aquel cuerpo poblado de ausencias
que mi piel se resistió a tu abrazo
agitada de fe y de impaciencia.


Autor(es): Amaury Pérez