Fruta madura
señora preciosa, supe de repente
de muy buena fuente,que usted no es dichosa
leei en su mirada, que vive olvidada
que esta insatisfecha, que en el un abrazo
y en ese cuerpazo,nadie lo aprevecha
señora preciento, que hoy es el momento
de dar su hermozura
la fruta sabroza, es mas deliciosa
cuando esta madura
yo quiero abrazarla, de frente y de espaldas
con todas mis fuerzas
probar los excesos, comermela a besos
de pies a cabeza.
yo se que ese fuego de ardiente deseo
nos quema a los dos
por dios se lo ruego, que dejes el miedo
y el falso pudor
señora preciosa
la vida es tan corta, y ahi tanto dolor
de bonos amoor
usted solo debe quedarse trankila y dejarse
yevar
sin preocupacion , sin una vision
dejandose amar, ami mientras tanto
dejeme le encanto de aserla llorar
de "felicidad"
Autor(es): Martín Urieta