Vente conmigo


Yo no te pido que toleres
mi actitud inquisidora,
sólo te pido que perdones
las miradas que te acosan.

Como un perro en celo sigo tu salvaje silueta,
y en lo oscuro de una noche
se pronuncia una promesa
que nos cambiará la vida.

Se me olvida que el alma no vende su libertad,
ni siquiera por amor,
y bien sabes el terror
que me produce el azar.

Vente conmigo a brindar por los hostales
a los que puedes llevar a una mujer
sin necesidad de traer contigo una maleta.

Y ya sabes las candelas que iluminan mi soledad.
Y en ti, recordarás, me he tenido que apoyar
cuando el oloroso peleón que tú me hiciste probar
hizo estragos en mi cabeza.


Autor(es): Ismael Serrano