Sonidos del alma


Mirando hacia adentro
contando mis sueños,
creyendo que fueron sonidos del alma.

El corazón se hizo agua,
el corazón cayó al mar,
el corazón perdió el alba;
no pudo hablar,
no pudo hablar.


Supimos primero
que nada era cierto,
que vivos y atados, el mundo es incierto.

Dejamos por siempre
el tiempo aburrido,
corrimos en busca del sueño querido,
tratamos que el viento
saciara el intento,
prendiendo el momento
sin cambio y olvido.


Autor(es): Sandra Pérez, Pablo Milanés