La estrella
se está borrando,
la nube negra de mi desgracia
poquito a poco la va tapando.
Y aunque yo quiera que no se vaya
ya es mi destino jamás mirarla,
quién me lo manda poner los ojos
en una estrella que está tan alta.
Y aunque yo quiera que no me deje
ella se aleja mientras yo grito,
quién me lo manda poner los ojos
en una estrella del infinito.
Autor(es): José Alfredo Jiménez