
Una canción al poeta de "El Río" [o Canción de Javier]
Todas sus plumas cantaron al amor;
miles de árboles dan luces por él,
al que los pájaros vieron cantar,
al que los ríos sintieron nacer;
aquél que andaba entre los montes,
caminando sin pararse,
buscando un siglo de razón.
Aquella soledad que caminaba así
entre sus barbas, su cabeza y su fusil;
aquella soledad que acaba sin cesar
(cueva imponente del poeta terrrenal)
le dio las llaves de la vida,
de la muerte y de la historia,
del universo.
(Poeta y guerrillero con 21 años)
Nunca quiso reír de la muerte,
porque la conoció muy bien.
No pidió nada de la vida,
porque la conoció muy bien.
Sembró preguntas en la tierra
y respuestas en su piel.
Un día partió con gran hambre en su interior;
hambre del hombre que soñaba descubrir.
Perú, en las sierras, en su valle lo encontró;
llevaba un río como lecho de morir.
Sobre sus sienes perforadas
salían colores
de aurora boreal.
(Poeta y guerrillero con 21 años)
Writer/s: Vicente Feliú