Dispara
Nada que hacer, mirando fijo hacia la inmensidad
Vasos vacíos, regados por todo este lugar
Sin ilusión de que regreses yo te veo acá
Con tu destino, encerrado por mi voluntad
En mi jaula yo nunca pude decidir
Nunca pude intentar al menos ser feliz
En el silencio de está fiesta yo te vi
Te llevé hacia la salida, no hay quien cure esa herida
Dispara
Quise encontrar esa risa estrellada que una vez
Con su guante blanco logró robarme el aire de mi ser
No lo quise hacer, sin ángel, sin demonio me encontré
Dedo en el gatillo y ya en tu mar de sangre me ahogué
Desnuda bajo tu ropa yo te busqué
Ciego en mi tormenta nunca te encontré
Testigo de lo fue y nunca más será
No hay reemplazo, no hay salida,
No hay quien cure está herida
Dispara