
Deportado
La cosecha ya está, se pudren los melocotones,
las naranjas en sus canastas amontonadas están.
Los regresan por avión a la frontera mexicana;
que paguen de nuevo si quieren cruzar.
El padre de mi padre vadeó ese río;
le quitaron to’ el dinero que él trabajó.
Mis hermanos y hermanas laboraron los frutales,
se montaron al camión hasta caer y morir.
Adiós a mi Juan, adiós, Rosalita,
adiós mis amigos, Jesús y María.
No tendrás tu nombre al viajar el aeroplano:
para ellos sólo serás Deportado.
Ilegales somos unos, y a otros no nos quieren.
Se acaba el contrato, hay que seguir:
son seiscientas millas a la frontera mexicana.
Nos largan cual ladrones que hay que acechar.
Morimos en sus montes, morimos en sus desiertos,
morimos sobre sus valles y sobre sus llanos,
morimos bajo sus árboles y matorrales;
en ambos lados del río, nos morimos igual.
El aeroplano prendió en fuego sobre el Cañón Los Gatos:
un bólido de luz conmovió nuestros montes.
¿Y estos amigos, cual hojas secas regados?
La radio comenta: ”Sólo son deportados”.
¿Es así que se labora en nuestros grandiosos huertos?
¿Recoger de esta manera nuestro frutal
y caer como hojas secas, pudrirnos en la tierra?
Y tu nombre será por siempre el Deportado.
Writer/s: Woody Guthrie, Martin Hoffman