
Pobrecita mía
A veces aconteces cual si fueras una flecha,
a veces envejeces junto a una mujer infiel,
a veces amaneces en su mano derecha,
a veces te estremeces con una imagen cruel.
A veces compareces en vulgar juicio sumario,
a veces te entristeces a la luz de la razón.
a veces partes nueces escondida en un armario,
a veces tus sandeces hacen polvo al corazón.
Pobrecita mía,
qué pena nos doy.
A veces entorpeces los labios, las almas,
a veces desfalleces muy cerca del final,
a veces sacas dieces, incluso te hacen palmas,
a veces agradeces algún toque original.
A veces te enardeces ante algo inexpugnable,
a veces desmereces de lo que esperan de ti,
a veces enmudeces dentro de un impermeable,
a veces te enterneces, capullo de alhelí.
A veces reapareces terciando de improviso,
otras, te guareces en tu antiguo vigor,
aún te enorgulleces si aún te quieren poner piso,
y a veces aborreces que yo sea un impostor.
A veces te me escueces porque a veces ella es cruda,
a veces das con creces cuanto ella solicitó,
a veces desvaneces cualquier sombra de duda,
a veces resplandeces, pero otras veces no.
Writer/s: Javier Krahe