Se tamba... se tambalea
Pero mira como viene, como viene Don Ruperto,
pobre, jaja, no da más.
Ay, oye, Don Ruperto, ven pa´ acá.
Qué ha pasado con mi compadre
que viene, que viene de medio la´o.
Qué ha pasado con mi compadre,
que viene, que viene tan preocupa´o.
Su mujer ayer por la tarde,
se vino, se vino para el merca´o.
Y parece que a mi compadre,
seguro, seguro me lo han limpia´o.
Cuando la patrona sale,
es preciso que me crean,
el bolsillo del marido
se tamba, se tamba, se tambalea.
Se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea.
No sufras! Hay que vivir la vida,
Don Ruperto, no llores, no llores.
Ay, esta es tu música, vívala.
Para todos los que me escuchan,
seguro, les digo, tengan cuida´o.
Porque sé que a muchos de ustedes,
seguro, seguro, les ha pasa´o.
Duérmanse con un ojo abierto
y el otro, y el otro medio cerra´o.
Y a la puerta de su ropero,
le meten, le meten, un buen canda´o.
Cuando la patrona sale,
es preciso que me crean,
el bolsillo del marido
se tamba, se tamba, se tambalea.
Se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea.
Claro, claro, báilalo y olvídate.
Se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea.
No sufras, así me gusta, ríete.
Se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea,
se tamba, se tamba, se tambalea.
