Nuestra razón

Los Olimareños

Dicho:

Cantor que quiere cantar
debe decir su razón
sin temblarle el corazón:
¡Y aquí está nuestro cantar!

Cantado:

–Cantor que tiemble al cantar,
no puede ser tan buen gallo.
–Oigalé al duro, oigalé,
y menos ser uruguayo.
–Ha cortao como pa’ diez.

–La garganta debe ser
cerno de buena madera.
–¡Ah! El que le cortó el ombligo
conservará la tijera…
–Como corazón de amigo.

–Cuando salí de mi casa
no salí a pasar vergüenza.
–A mí también me dijeron
que la ofensa no es defensa.
–No es por usted, compañero.

–Ya lo sé que no es por mí
pero me calienta el juego.
–Que lo diga no hace falta
porque eso lo ve hasta un ciego.
–Y el corazón se me salta.

–Por eso hasta aquí llegamos,
buen amigo y compañero.
–Es verdad y a los testigos
que no olviden lo que oyeron.
–Buen compañero y amigo.

Dicho:

Recuerdos del Olimar
con sus cantos y silencios,
con sus verdes gramillares
y el hombre con su misterio,
pasan en nuestros cantares.

Cantado:

–Cantor que tiemble al cantar,
no puede ser tan buen gallo.
–Oigalé al duro, oigalé,
y menos ser uruguayo.
–Cortamos como pa’ diez.