1961
Recuerdo de mi infancia allá en mi tierra
el sol en los jardines y en los ojos,
mujeres que vestían ropas negras
en el blanco de los patios y en las casas,
el campo, el trabajo y la alegría
estaban al alcance de la mano.
Recuerdo aquel viaje en primavera
el tren con esperanzas y retrasos,
olivos que quedaban a lo lejos
perdidos entre caseríos blancos,
y por primera vez con emoción
sentí la sensación de la despedida.
Cuanto humo,
cuanta niebla,
cuanto gris en la ciudad.
¿Pero qué soy yo?
¿Qué será de mí?
Sólo yo en busca de quién
aún no lo sé.
Palacios de cemento y altas torres,
sirenas que desgarran el silencio,
mujeres maquilladas a la moda,
dejando de pensar en muchas cosas,
las luces de la noche sobre el cielo,
y el aire bien cargado de emociones.
Al gris de las iglesias y las casas
palabras que no sirven para nada.
Nació el primer amor sencillamente
por no sentirse solo entre la gente.
Cuanto humo,
cuanta niebla,
cuanto gris en la ciudad.
¿Pero qué soy yo?
¿Qué será de mí?
Sólo yo en busca de quién
aún no lo sé.
