
Días de escuela
Bien abrigado llegaba al colegio,
1960, ya va haciendo tiempo.
Sentados frente a una cruz y a ciertos retratos,
entre bostezo y bostezo gloriosos himnos pesados.
Despertamos en pupitres de dos en dos,
aún recuerdo el estrecho bigote de don Ramón
y la estufa de carbón frente al profesor,
la dichosa estufa que no calienta ni a dios.
Suena el timbre, ¡al fin!
Bocadillo, recreo, evasión.
Una tortura más antes del juego,
la leche en polvo y el queso americano.
Sales tú y el gordo después,
te cambio los cromos, te juego al tacón.
Sales tú, la ligo yo.
Apuremos el tiempo que ya nos meten dentro.
Dos horas de catecismo y en mayo la comunión,
la letra con sangre entra, otro capón.
Tarea para mañana y puesto el abrigo,
otra copla a los del cuadro y hasta mañana don Ramón.
Y ahora tú, qué pensarás
si cuanto más me oprimían más amé la libertad.
Es a ti a quien canto hoy,
enseña a tus hijos a amar la libertad.