
Un Suceso Extraordinario
Yo, adónde voy
si a duras penas
distingo el sol.
El bien y el mal
cuecen en vena,
no es mi parcela,
es un factor
a favor de alguna estela.
Qué más me da
si es mi condena
en el salón, en un colchón
o en la sala de espera.
Quizá sea yo,
quizás mi empresa,
quizás formule a través de una canción
efímeras promesas.
¿Será un color la maldita solución,
azarosa selección o acertada y convencida
meditación a la luz de la emoción,
una fuente de pasión
que a mi boca se aproxima?
Claro, duermo siempre de lado,
y vivo siempre cansado,
y sigo de casualidad
aquí afincado
como un hombre sin hado.
Se me brinda un estado
y estoy dispuesto a arriesgar.
¿Será un color la maldita solución
azarosa selección o acertada y convencida
meditación a la luz de la emoción,
una fuente de pasión
que a mi boca se aproxima?
Pues dame más, dame cuerpo y realidad,
dame encuentros que saldar
sin palabras comedidas,
sin coacción, con mutismo a colación
si se trata de ser libres sin condición.
Salivación como en perros de Pavlov,
somos duda en extinción
diluida entre las piernas.
¿Será un color la maldita solución
?