Horas y horas
Hoy por fin, después de tanto tiempo,
noto sanar mi herida.
El desesperado reencuentro con mis neuronas perdidas.
Es difícil porque la radio escupe voces vacías,
música de zapatería.
No encontré la solución aunque lo intenté de veras,
pero cuando el juego se barajó
yo ya era parte del problema.
No es fácil escapar del mal gusto en nuestros días,
sacudir la monotonía.
Si todavía queda alguien escuchando esta canción
debe saber que ya no canto con mi propia voz,
que ahora escribo al dictado de una fuerza superior,
que vuelvo a ser el médium del lápiz sin control.
Música de zapatería ...
Si todavía queda alguien escuchando esta canción
debe saber que ya no canto con mi propia voz,
que ahora escribo al dictado de una fuerza superior,
que vuelvo a ser el médium del lápiz sin control,
que escribo dentro de las sombras,
dibujo las miradas roncas.
Y el cadáver exquisito se forma
con más sentido que el transcurrir de días y horas,
horas y horas.
