El milagro
Nos habían suicidado
los errores del pasado,
corazón y latías rama seca
como late en la muñeca, mi reloj.
Y gritábamos unidos lo terrible del olvido, sin
Razón con la muda voz del yeso sin la gracia de otro
Beso ni la suerte de otro error.
Y anduvimos sin auroras suicidados pero ahora por milagro
regreso.
Y otra vez, corazón, te han herido.
Pero amar es vivir otra vez.
Y hoy he visto que en los árboles hay nidos
y noté que en mi ventana hay un clavel.
Para qué recordar las tristezas.
Presentir y dudar, para qué
Si es amor, corazón y regresa,
hay que darse el amor como ayer.
Sabes bien que mi locura
fue quererlo sin mesura
ni control.
Y si al fin el deseara
que te mate, te matara,
corazón.
Para qué gritar ahora
que la duda me devora.
Para qué,
si lo tengo aquí a mi lado
y lo quiero demasiado,
demasiado más que ayer.
Y nos ha resucitado
porque Dios sabe el pasado
y el milagro pudo ser.
