Luis Quintana

Terry


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Terry,
con su disfraz de muñeca, que por 200 pesetas,
un par de minutos se deja admirar,

Terry, sin ser monarca es princesa,
que se acaricia y se goza, su cuerpo se roza detrás del cristal,

Terry, hace del sexo un negocio,
la noche atrae a los socios,
y a juicio de Pedro comienza a bailar.

Terry, su cuerpo es una herramienta,
extraordinaria receta, manjar imposible a cualquier paladar.
Y por 500 y a solas la puedes mirar,
4 minutos escasos converso detrás del cristal,
y por 500 y a solas, descubro ante mi,
que también ella es persona, que vive muy sola,
haciendo del cuerpo profeta del sexo.

Terry, la tentación en receta,
mientras la cama da vueltas, la reina de Sade te invita a pecar,
Ven, hazme de ti, rompe el cristal prueba de aquí,
debes sentir que tu fortuna hoy no es casual

Y por 500 y a solas la puedes mirar,
4 minutos escasos converso detrás del cristal,
y por 500 y a solas, descubro ante mi,
que también ella es persona, que vive muy sola,
haciendo del cuerpo profeta del sexo.

Me dijo que por 1000, destapa su belleza,
que por 3 se acariciaba prestando su receta
que por 5 fusilaba su dedo en la despensa,
mi bolsillo solo daba pa saber que ella era sueca.

Terry, de gira con su belleza,
va de ciudad en ciudad, como obra de arte,
que no existe que critica.
Terry, aún siendo sueca es morena,
la oscuridad su refugio, su templo esta sucio de tanto rezar.

Y por 500 y a solas la puedes mirar,
4 minutos escasos converso detrás del cristal,
y por 500 y a solas, descubro ante mi,
que también ella es persona, que vive muy sola,
haciendo del cuerpo profeta del sexo.

Me dijo que por 1000, destapa su belleza,
que por 3 se acariciaba prestando su receta
que por 5 fusilaba su dedo en la despensa,
mi bolsillo solo daba pa saber que ella era sueca.