Gorrioncillo, pecho amarillo
Revoloteando el nido destruido
un gorrioncillo, pecho amarillo,
con sus alitas casi sangrando
su pajarita anda buscando.
Cuando se cansa, se para y canta,
y hasta parece que está llorando (jugando),
luego se aleja y se va cantando,
sólo Dios sabe que va llorando.
Ay, pajarillo. gorrioncillo, pecho amarillo.
Nomás de verte ya estoy llorando
porque Dios sabe al estar mirando
que ando sangrando igual que tú.
Writer/s: Tomás Méndez