El negro
Miraló- Con 25 y va pelón,
Pero que fachas de cabrón.
De algo ha de servirle la apariencia de rufián-
El gran haragán, escribe desde el Tejabán - Town.
Suela de plástico, no de baqueta-
Tiene sus llaves y anda el barrio en bicicleta,
A veces aunque no haya sol usa su gorra-
Con pantalones anchos, repelente para zo***.
Y se acercan de todos modos-
Va tambalenado y con los ojos rojos.
Escucha una escuadra que corta:
No la cagues, no dispares, no le importa.
Quiere magia, le intriga el esoterismo-
Y cree que lo que busca se esconde en el ocultismo.
La verdad sin religión,
No es alguien que reza, ni de iglesia, ni masón, no.
Puede cambiar, sabe irritar,
Ya no esperan más y no ha dado ni la mitad.
Unos lo estiman en su clan y otros le desean el mal-
Pero le vale ve***, representa igual.
Alerta noche y día,
Ha confiado de culeros y amado entre las arpías,
Haciendo que nada sabe,
Esperando su momento en silencio como los grandes.
Aparte- Arriba, no adelante,
Cagante- Sustancioso y arrogante.
Obedeciendo sus designios-
Va con la bandera manchada y los tennis limpios.
Con el don, donde la única opción es:
Empezar de prisa y terminar sin ilusiones-
Disciplina y presición-
Su estilo libre es cagarla a la perfección.
Dicen que viene de Torreón, su tierra-
Y se dirije a donde el mundo acaba,
Nunca parece satisfecho-
Tiene escritos sus apellidos en el pecho.
Envuelto en llamas, haciendo ruido-
Mira La Flama - Está prendido,
Y no- No lo quiere ni la flaca,
No tiene más que su cuerpo como calaca.
En paz consigo, pero entre líos.
Lo más profundo de su vacío.
Desde crío- impuro como impío,
De letra oscura y ritmo sombrío.
A veces fuma, y a veces toma,
Y a veces ambas, y a veces más-
Tambaleando, con los ojos rojos,
Pero bien alerta, y cantando va.
Concentrado para no fallar-
En silencio para meditar-
El Negro se ha detenido-
Y pronto en la pared ha escrito:
Eight Seven One.
