Todo hombre
Dicen que hay
una manera mejor
de contar esta historia,
hay que brindar.
Tener piedad
con honradez
no es tan fácil,
no lo es.
Todo hombre que pega a otro hombre
es un hijo que pega a otro hijo,
todo hombre que roba a otro hombre
es el hijo de una madre
que era nieta y bisnieta,
lloraba y flotaba.
Se despistó,
perdió el orgullo,
las llaves y el nombre de hombre normal,
hay que dormir.
Todo pobre que pide a otro hombre
es un hijo que pide a otro hijo,
todo rico que es un pobre hombre
es el hijo de una madre
que era nieta y bisnieta
y pedía y dormía.
Mal pescador el que no sabe de vientos,
ni nombra a los peces,
ni quiere mojarse en el mar,
ni cortarse la boca con sol y sal.
Cambiar o remar. Ir a misa o repicar.
Todo hombre que echa a otro hombre
es un hijo que echa a otro hijo,
todo padre que echa a otro padre
es el hijo de una madre
que era nieta y bisnieta
y nacía y moría.
Conquistador,
provocador,
vendes humo
al peor postor.
La dignidad
pierde valor
por tres duros
y un bofetón.
Levantemos la copa y el sol
del poeta que atiende el dolor,
que se inspira y expira perdón,
que se esconde a llorar a un rincón,
que declina con alma y pudor
en voz baja y desde lejos,
él resiste y persiste,
confía en su don.
Writer/s: Sílvia Pérez Cruz