Llamarada
Mis manos pulsan ansiosas,
la ubre grande y rebosada de tibia leche espumosa,
de la vaca Llamarada que al ordeño quejumbrosa se entrega en la madrugada(bis)
Yo le canto mis tonadas,
y como son melodiosas se siente ella enamorada,
pero mi copla amorosa no es solo para Llamarada,
es también para un amor que a mi me palpita el alma,
y cuando ordeñando estoy me come con la mirada.
Cuando la tierna albahaca con su perfume embalsama,
la lebruna madrugada vuela mi copla entonada
con todos los aposentos al encuentro de mi amada(bis)
con un extraño tesón ella rebusca en el patio la leña para el fogón,
pero yo sé que es mentira
son pretextos del el amor que cuando uno quiere
busca consuelo para el dolor pues quien fuego necesita en su inquieto corazón(bis).
