Cautivo del dolor
La tinta se me agota como gota,
que expulsa esta alma ilusa
que por confusa ya está rota.
Y no obtuve la gloria
por pensar en la victoria,
y a causa de una mente ilusoria
me estanque en la derrota.
Tantos sollozan estos ojos
que me deshidrata,
y la brisa que trae tu aroma
es lo que me mantiene vivo.
Pero mi cuerpo se desbarata
y se queda en coma,
cuando ve tu sonrisa
y sabe que no soy el motivo.
Decir que te olvidé
sería una vil escusa,
para librarme de la tristeza
que me consume.
Quién diría que esa fría
tristeza sería mi musa,
tan fría, que ni el calor
del día hará que ella se esfume.
Eras un ángel del diablo
que vivía en el edén.
El amor es un sicario
y hoy me tiene de rehén.
Cupido, por favor la próxima
haz las cosas bien,
y si me disparas a mi
dispárale a ella también.
Y sigues haciendo daño,
aunque ya no estés.
La nube ya no se mueve,
solo llueve sobre mis pies.
¿Si tu no estás
en mi calendario,
de qué me sirven esos días?
Si se volvieron escenarios lúgubres.
Creía que tus imperfecciones
harían mi mundo perfecto...
Y por creerte perfecta
mi mundo se quedó en la ruina.
Estoy bajo los escombros
con el amor tan obsoleto.
¿Para qué voy a usarlo ahora?
Si amarte era mi rutina.
¿Era difícil la situación
y por esa razón huímos?
En crisis mi corazón
por los besos que no nos dimos.
¿Olvídamos todas las
promesas que nos hicimos?
¿Perdimos el tiempo?
¿O por falta de tiempo nos perdimos?
Son preguntas sin respuesta
que quedaron en el olvido.
He huido del amor,
me he convertido en fugitivo.
Herido por el vacío
del cual siempre fui nativo.
Cautivo del dolor
desde que tú no estás conmigo.
