
Balas de magia
De tanta niebla, tanta oscurridad.
Me vi perdido, es algo natural.
Senti en tu abrazo una curiosidad,
era el aroma de la libertad.
Balas de magia disparaste acá,
y de ninguna me pude escapar.
Era mentira tu sinceridad,
voy malherido en este temporal.
La mitad de mi se va,
al final de esta soledad.
Tanto que dijimos no volvemos mas,
hoy de nuevo en el mismo lugar.
Tanto me quisiste y me tuviste acá,
¿para qué?
Entre las nubes de mi gran ciudad,
me fui directo hacia la catedral.
Y así rezando no volver atrás,
le puse el pecho a esta fragilidad.
Cuanto cariño para mendigar,
voy como un niño por la capital.
Nada me cura ni me va a salvar,
me falta el aire si no estas acá,
mi amor, se vá,
duele y no me puede conformar.
Tanto que dijimos no volvemos más,
hoy de nuevo en el mismo lugar.
Tanto me quisiste y me tuviste acá,
¿para qué?
¿para qué?
¿para qué?
...
¿para qué?
¿para qué?
No volvamos mas,
sabes que? andate a la concha de tu madre!