El amor de Salvador
Salvador Miranda,
alzó de la una,
se acercó llorando hasta el río,
y miró la luna.
Y le preguntaba,
con cara de pena:
¿Por qué todos tienen amores,
y a mí no me llega?
Y le preguntaba,
con cara de pena:
¿Por qué todos tienen amores,
y a mí no me llega?
Ya te llegará,
no te desesperes,
talvez sea hoy o mañana,
que su amor lo encuentres.
Ya te llegará,
no te desesperes,
talvez sea hoy o mañana,
que su amor lo encuentres.
Salvador Miranda,
cerca del poblado,
conoció unos ojos del cielo,
y quedó prendado.
Y entre las palmeras,
del camino viejo,
sellaró su amor para siempre,
con el primer beso.
Y entre las palmeras,
del camino viejo,
sellaró su amor para siempre,
con el primer beso.
Ya te llegará,
no te desesperes,
talvez sea hoy o mañana,
que su amor lo encuentres.
Ya te llegará,
no te desesperes,
talvez sea hoy o mañana,
que su amor lo encuentres.
La, la, la, la, la,
la, la, la, la, la,
la, la, la, la, la,
la, la, la, la, la.
Y entre las palmeras,
del camino viejo,
sellaró su amor para siempre,
con el primer beso.
Y entre las palmeras,
del camino viejo,
sellaró su amor para siempre,
con el primer beso.
Ya te llegará,
no te desesperes,
talvez sea hoy o mañana,
que su amor lo encuentres.
Ya te llegará,
no te desesperes,
talvez sea hoy o mañana,
que su amor lo encuentres.