Amanecer a través del Vitral
Cuántas madrugadas
han ofrecido estos muros
Con el alma rendida a sus pies
A cuántos sables hirientes
han rendido cuenta estos brazos marchitos
Respeto huido y devoción exaltada
Recorre las ruinas de la catedral
Buscando en las vidrieras un reflejo
Despierta
Polvorientos haces de luz se filtran
Entre rendijas de ventanales tapiados
Ha llegado la mañana
Recuerda
Aunque del rosetón se rompan los cristales
Aquellos siempre relucieron