
Como en Tokio Blues
En nuestra cama
pasaron las estaciones
y tuvimos frío.
Como en Tokio Blues
nos engañamos,
nos volvimos locos
y nos ahogamos en las ramas.
¿Cuánto puede nevar
en el verano?
Nuestros gritos
se oían
en el centro de la Tierra,
los escucharon
los hombres y las mujeres del Medievo
pensando
que les iban a arrancar el alma,
a despedazarlos vivos.
Dime
qué más locura hay,
qué más pena,
que dos que se aman
con las uñas y los dientes.
Y no conocen otra manera.