
Petricor
Tú vienes sin trampa ni cartón,
pero entonces cómo hacemos la boquilla para el blunt.
En mi peli de ficción, el bordillo en tu mentón,
porque te torciste el tobillo en el último escalón.
Tengo lo mismo de santo que la inquisición,
quemar herejes ya se ha convertido en mi afición.
No lo mereces, no eres digno de tu posición,
te señalo con el dedo como la estatua de Colón.
Esto no es una suposición sino un supositorio,
siguen con el mismo guión, yo tiro de repertorio.
Con la ligera sensación de que es contradictorio
dejar que una canción te seduzca por el envoltorio.
Desde mi observatorio, oteo el jolgorio,
los valores que promueven te llevan directo al reformatorio.
En mi territorio, la música se puede tocar
pero es intangible y talento es incorpóreo.
Os delatáis en los conciertos, sois vuestros verdugos,
hacéis los coros a destiempo como tartamudos.
Yo creo ritmos solamente con mis estornudos,
y os erizo la piel con discursos peliagudos.
Escribís de pena, sois dramaturgos,
lucho por mi demarcación como los kurdos.
Al fin se aprecia la progresión de los alumnos,
escribo tumbado mientras tu vas dando tumbos.
Si el cielo llora, huele a petricor,
la lluvia riega los campos y brota la flor.
Si le pones precio, pierde su valor,
el arte debe mostrarse al espectador.
Mato dos pájaros con el mismo cartucho,
uno de ellos, una gaviota y el otro, un aguilucho.
Traigo el antídoto a un rap que está muy pachucho,
si me hago el remolón es porque molo mucho.
Yo muestro respeto pero no idolatro,
tu piensas en necro mientras que yo en macro.
Se lleva lo retro, no es un simulacro,
tu boca llevará velcro en la obra de teatro.
Siempre actuando, sobreactuando,
fingiendo como Cristiano Ronaldo.
Os pongo a caldo, cuento con su respaldo,
te irá mal si cantas a cambio del aguinaldo.
O te vendes a precio de saldo, por un sueldo,
si te guardas algo, que no sea un recuerdo.
Estoy recogiendo lo que siembro,
las plantas carnívoras devoran verozmente al almendro.
Un nuevo miembro en el club de la esquina
donde nadie sabe nada pero todo el mundo opina.
Soy más de humor fino que de morfina,
vuelvo siempre al nido como una golondrina.
Me llevo la palma, ese es mi palmarés,
dame un micrófono y dejémonos de paripés.
Ahí fuera por el interés te quiero Andrés,
razón por la que Iniesta acabará hablando japonés.
Si el cielo llora, huele a petricor,
la lluvia riega los campos y brota la flor.
Si le pones precio, pierde su valor,
el arte debe mostrarse al espectador.