El Adiós
En la tarde que en sombras se moría,
buenamente nos dimos el adiós
Mi tristeza profunda no veías
y al marcharnos sonreíamos los dos.
Y la desolación, mirándote partir,
quebraba de emoción mi pobre voz
El sueño más feliz, moría en el adiós
y el cielo para mí se oscureció.
Tras el tiempo transcurrido
vives siempre en mí,
y estos campos que nos vieron
juntos sonreír
Se preguntan si el olvido
me curó de ti.
Y entre los vientos
se van mis quejas
muriendo en ecos,
buscándote.
Mientras que lejos
otros brazos y otros besos
me aprisionan y me dicen
que ya nunca has de volver.
Cuando vuelva a lucir la primavera,
y los campos se pinten de color,
otra vez el dolor y los recuerdos
de nostalgias llenarán mi corazón.
Las aves poblarán de trinos el lugar
y el cielo volcará su claridad
Pero mi corazón en sombras vivirá
y el ala del dolor te llamará.
En vano el alma
dirá a la luna
con voz velada la pena.
Y habrá un silencio
profundo y grave
dentro de mi corazón.
Y entre los vientos
se van mis quejas
muriendo en ecos,
buscándote.
Mientras que lejos
otros brazos y otros besos
me aprisionan y me dicen
que ya nunca has de volver.
Writer/s: Virgilio San Clemente, Maruja Pacheco Huergo