Las muchachas del Cha-cha-cha
Me dicen que la cubana tiene fuego en la cintura
bailando nadie le gana cuando repica una rumba
cuentan que la colombiana tiene la [boca] chiquita
y dicen que la peruana tiene la cara bonita
yo sé bien que en Buenos Aires todos los pollos son buenos
que no hay nada comparable con un pollito chileno.
Pero cuando veo una habanera
toda la sangre se me alborota
y si veo yo una santiaguera
entonces sí que boto la pelota.
Como pinareña y la vinareña compay
no hay, no hay, no hay
la [camagüeyana] y la santiaguera compay
no hay, no hay, no hay
y [la habanera y la matancera] compay
no hay, no hay, no hay
y las holguineras que aman de veras compay
no hay, no hay, no hay.
[Puertorriqueñas], nicaragüenses,
salvadoreñas, costarricenses,
venezolanas y colombianas,
con la peruana quiero bailar
las argentinas, las brasileñas,
con la uruguaya y la panameña,
dominicanas y [mexicanas],
con todas ellas quiero bailar.
Por eso te digo [mi] compay
no hay, no hay, no hay
[ay] la pinareña y la vinareña compay
no hay, no hay, no hay
[con] la santiaguera y la matancera compay
no hay, no hay, no hay
y con la holguinera que es muy sincera compay
no hay, no hay, no hay
no hay, no hay, no hay
no hay, no hay, no hay.