Negro
Pero aquello no era yo
y aunque sabía
que volvería
negro el recuerdo
supe despedirme: adíos,
hasta otro sol
tibio de invierno
Pero entonces no era yo
y aunque las horas
pasaran solas
ebrio y sin dueño
supe decir la canción:
adiós muchachos,
hasta más vernos.
Cuando quise caer en la cuenta
ya no había tormenta, ya no había dolor
Cuando quise saltar al vacío
fui mi desvarío jugando a ser yo
Me fui sin pensar en más nada
solté las amarras al fondo y me fui
como nadan los peces contra la corriente
del río, me fui.
Writer/s: Carlos Guerra Alcala