Meriana
Dulce Ana, dulce Ana, oye,
dulce Ana de mi recuerdo.
dulce Ana, tú eres mía,
retorcida alrededor de mi cuerpo.
Mujer de mi cuerpo,
abrázate a mí;
qué dolor me das
cuando haces tus danzas.
Pero en verdad no hay nada en Ana,
es más bien Kapu-Ana;
es profunda pero desabrida;
no es para nosotros.
Writer/s: Popular pascuense