El despegue del avión del terreno baldío
Lo mejor sería
desdecirse.
Empezar por e
y tragarse todas las letras
hasta llegar a la segunda de,
que es la primera.
Caer entonces fulminado,
sin estertores ni pataletas,
con una de, la segunda,
atravesada en la garganta formando
con la primera,
que es la segunda,
un aspa.
Y volar.
Writer/s: Felipe Boso, Enric Hernàez