La copla
Hasta que el pueblo las canta,
las coplas, coplas no son,
y cuando las canta el pueblo,
ya nadie sabe el autor.
Procura tú que tus coplas
vayan al pueblo a parar,
aunque dejen de ser tuyas
para ser de los demás.
Que, al fundir el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de nombre
se gana de eternidad.(*)
(*) Atahualpa Yupanqui dice:
Que, al volcar el corazón
en el alma popular,
lo que se pierde de fama
se gana de eternidad.
Writer/s: Manuel Machado