Perturbada
Tan rendida estás,
perseguida por las voces
que en tu mente detonan
y no te dejan zarpar.
Tan medida es,
tu pulcritud de mañana dominguera,
que te esfuerza y te esmera
y no te deja volar.
Y así vas por las calles,
retaqueando las baldosas,
en un tallar que retumba
y se absurda en su final.
A quién deseas,
a quién soñás,
a quién celas,
a qué juego vas a jugar,
donde las chances no están claras,
te sentís perturbada…
A quién buscas,
a quién llamas,
a quién lloras,
como ves el juego no es fácil,
el ruido es siempre mucho
y la prenda soledad.
Vos querés amar,
qué te han dicho aquellas voces
que en tu niñez se esconden,
no podés despertar…
¡Vos querés brillar!,
como esas chicas, modelos de la noche
perlas, rubor, la mar en coche
imaginando viajas.
Y así vas por las noches
angustiada y esperando
que un langa te haga dique
y no se pinche hacia el final.
A quién deseas,
a quién soñás,
a quién celas,
a qué juego vas a jugar,
donde las chances no están claras,
te sentís perturbada…
A quién buscas,
a quién llamas,
a quién lloras,
que fugaz pasa la vida
cuando el sueño se hizo mucho
y te vayas sin amar.
Writer/s: Fernando Miceli