La belleza
Un buen día caminaba por mi barrio
observando la expresión que había en los rostros,
noté como la belleza estaba en todos
aunque a veces se encontrara escondida.
En toditos noté como el sentimiento
modelaba y resaltaba la belleza.
Los que más felicidad me transmitían
eran quienes más hermosos se veían.
Entonces comprendí
que somos el fiel reflejo
de aquello que pensamos
y tenemos en nuestro corazón.
Cuanto más seas feliz
más tu belleza brillará,
deja que el amor le gane al enojo y al rencor
para así despertar todo tu esplendor.
Para qué quieres seguir guardando odio
si es veneno que marchita tu belleza,
que te cansa, desanima y te frustra
cuando en vez puedes brillar como una estrella.
Cada vez que pienses algo que te duele
que da miedo, que no quieres o te enoja,
abandona de inmediato el pensamiento
y remplázalo por uno de amor.
Así comprenderás
que somos el fiel reflejo
de aquello que pensamos
y tenemos en nuestro corazón.
Cuanto más seas feliz
más tu belleza brillará.
Deja que el amor le gane al enojo y al rencor
para así despertar todo tu esplendor.
Writer/s: Georgina Vargas
