Milagrera del asombro
Ella cruzó una vida de quebrantos.
No tiene nietos, pero es una abuela.
Ilumina la noche a algunos santos
con la hechicera luz de alguna vela.
Ella espantó a la soledad con cantos
y restañó una herida con la tela.
Hace un signo en el aire del verano
para lograr la paz que nos consuela.
Si hasta pisa en el aire Maximina
con sus noventa inviernos en los ojos,
milagrea la luz cuando camina
y parece la imagen del asombro.
Ella aprendió en idioma de las plantas
y descubrió el milagro de la vida.
Todavía entreteje alguna manta
para cubrir su juventud dormida.
Ella mezcló el amor con hierba santa
y la ganó a la muerte la partida.
A las sombras que crecen las espanta
con un color de miel sobre la herida.
Writer/s: Hamlet Lima Quintana, Ramón Lucio Navarro