
Salgo de casa
Salgo de casa, me detengo a ver
la misma calle que me vio crecer
y hoy me ve envejecer.
Voy caminando hacia su estrechez
con paso lento, para no perder
un detalle al pasar.
Y me doy cuenta que crecemos más,
a golpe de quitarle espacio al sol,
y siento como se hincha mi ciudad:
reventará, reventará al porvenir
donde nací,
donde crecí
y he de morir.
Mi calle hecha de sal y de luz,
llena de charcos de color azul:
sólo un retazo de cielo y de mar
que me hace andar,
que me hace andar,
que me hace andar.
Writer/s: Eduardo Ramos