Elefante

Maria Cambray

¿Cómo quieres que siga así?,
dime qué esperas,
qué esperas de mí,
apurando un chupito de whisky
en un bar de por aquí.
Voy maullando a la luz de la luna
como un gato de París,
pensando en la manera
de encontrarte a ti.
Pasan segundos, minutos,
días y meses y años,
y yo sigo aquí encerrado
en el bareto del barrio.
Que yo ya no sé qué hago,
yo ya no sé lo que digo,
creo que voy a morirme
en este estado febril.
Y de repente se me aparece
un elefante que me hace reír,
pequeñito y rosado,
dentro de mi vaso,
que me mira a los ojos
y empieza a decir:
“¿cómo vas a morir
sin saber que es vivir?,
¿cómo vas gritar
si no sabes ni hablar?,
¿cómo vas a volar
si no sabes soñar?,
¡deja de recordar
y empieza ya a olvidar!
¿Cómo vas a besar
si no quieres ni andar?,
¿cómo vas a follar
si no sabes amar?,
¡basta ya de llorar
y empieza a disfrutar!,
¡deja ya de sufrir
y empieza a sonreír!”.
Y ahora me has hecho daño,
que las verdades duelen
dentro del corazón.
Que los borrachos no mienten,
ni los bichitos rosados,
aunque éste sólo pretende
hacerme feliz…

Yo agarro el chupito de whisky
y me trago al prota de la función.
Me levanto del taburete,
salgo a la calle y empiezo a decir:
Aquí el que manda soy yo,
¡ni este bicho ni dios!,
qué joder, que el cabrón,
que es que tiene razón.
Que yo ya no soy yo,
que el tiempo es un ladrón.
Quizá sea mejor que cante su canción:
¿cómo vas a morir
sin saber que es vivir?,
¿cómo vas gritar
si no sabes ni hablar?,
¿cómo vas a volar
si no sabes soñar?,
¡deja de recordar
y empieza ya a olvidar!
¿Cómo vas a besar
si no quieres ni andar?,
¿cómo vas a follar
si no sabes amar?,
¡basta ya de llorar
y empieza a disfrutar!,
¡deja ya de sufrir
y empieza a sonreír!
Y vivir y soñar
y cantar y bailar
y reír y volar
y andar y pensar,
disfrutar y follar
y gritar y llorar,
recordar y olvidar
y amar y besar.
Tú me vas a decir
lo que tengo que hacer,
qué no ves que esta noche
yo he vuelto a nacer,
que no quiero volver
a este bar a beber.
Desde hoy y hasta siempre
Te voy a querer.