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Estos parabienes, que aprendió Violeta Parra de Eduviges Candia, San Carlos, Ñuble, son unos de los pocos ejemplos encontrados de parabienes cantados en décimas. Los pasajes señalados con paréntesis se han transcrito del libro V. Parra, «Cantos folklóricos chilenos», Santiago, Nascimiento, 1979, pp. 90-92.
(Viva Dios, viva la Virgen,
astros, cielos y elementos.
Vivan los que recibieron
el sétimo sacramento).
¡Viva la luz de don Criador!
¡Vivan novios y pairinos
y los ángeles divinos
que tiene Dios a su la’o!
El matrimonio es sagra’o,
como la regla lo exige,
y los dos que se dirigen
a darlos tan raro ejemplo
en su ma’nífico templo. ¡Viva Dios, viva la Virgen!
(¡Vivan virtudes y dones
de la esposa y del esposo!
¡Viva el santo religioso
que puso las bendiciones!
¡Vivan de sus intenciones
fuego, tierra, mar y viento,
los sonoros instrumentos
que el desposorio celebra!
Ellos serán los que alegran astros, cielos y elementos).
(¡Vivan novios y pairinos!
¡Vivan suegros y cuña’os
y los testigos honra’os
que a atestiguarlos vinieron
luego que en la iglesia vieron
de su luz el claro brillo,
las santas arras y anillos
del juramento sagra’o!
¡También los acompaña’os! ¡Vivan los que recibieron!)
¡Vivan hermanos, parientes,
con placer y regocijo,
el cura que los bendijo
y los que se hallan presentes!
En términos evidentes
gocen de paz el aumento
en tan singular contento
y el auditorio entendí’o
y los dos que han recibí’o el sétimo sacramento.
Despedida:
¡Vivan novios y pairinos!
Oro molí’o en quilates,
de quilates paso a perlas
y de perlas a diamantes,
de diamantes a corales,
de los corales más finos,
de lo blanco del platino,
oro molí’o en azogue.
Mi fulano y mi fulana
se hallan deshojando flores.
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