NOTA IMPORTANTE El uso de traducciones automáticas suele dar resultados inesperados.
Comentarios
Canción «chicoteada» (por marcar en el acompañamiento los tiempos débiles en vez de los fuertes). En libros biográficos y discos póstumos la canción –por error– suele titularse «Yo canto a la diferencia».
Yo canto a la chillaneja
si tengo que decir algo,
y no tomo la guitarra
por conseguir un aplauso.
Yo canto la diferiencia (1)
que hay de lo cierto a lo falso.
De lo contrario no canto.
Les voy a hablar enseguida
de un caso muy alarmante.
Atención el auditorio
que va a tragarse el purgante,
ahora que celebramos
el dieciocho más galante.
La bandera es un calmante.
Yo paso el mes de setiembre
con el corazón crecido
de pena y de sentimiento
del ver mi pueblo afligido;
el pueblo amando la Patria
y tan mal correspondido.
El emblema por testigo.
En comandos importantes,
juramento a la bandera.
Sus palabras me repican
de tricolor las cadenas,
con alguaciles armados
en plazas y en alamedas
y al frente de las iglesias.
Los ángeles de la guarda
vinieron de otro planeta.
¿Por qué su mirada turbia,
su sangre de mala fiesta?
Profanos suenan tambores,
clarines y bayonetas.
Dolorosa la retreta.
Afirmo, señor ministro,
que se murió la verdad.
Hoy día se jura en falso
por puro gusto, nomás.
Engañan al inocente
sin ni una necesidad.
¡Y arriba la libertad!
Ahí pasa el señor vicario
con su palabra bendita.
¿Podría su santidad
oírme una palabrita?
Los niños andan con hambre,
les dan una medallita
o bien una banderita.
«Por eso, su señorida (2)
–dice el sabio Salomón–,
hay descontento en el cielo,
en Chuqui y en Concepción,
ya no florece el copigüe
y no canta el picaflor».
Centenario de dolor. (3)
Un caballero pudiente,
agudo como un puñal,
me mira con la mirada
de un poderoso volcán
y con relámpagos de oro
desliza su Cadillac.
Cueca de oro y libertad. (4)
De arriba alumbra la luna
con tan amarga verdad
la vivienda de la Luisa
que espera maternidad.
Sus gritos llegan al cielo.
Nadie la habrá de escuchar
en la Fiesta Nacional.
La Luisa no tiene casa
ni una vela ni un pañal. (5)
El niño nació en las manos
de la que cantando está.
Por un reguero de sangre
mañana irá el Cadillac.
Cueca amarga nacional. (6)
La fecha más resaltante.
La bandera va a flamear. (7)
La Luisa no tiene casa.
La parada militar.
Y si va al Parque la Luisa,
¿adónde va a regresar?
Cueca triste nacional. (8)
Yo soy a la chillaneja,
señores, para cantar.
Si yo levanto mi grito
no es tan solo por gritar.
Perdóneme el auditorio
si ofende mi claridad.
Cueca larga militar.
Primera versión, de Toda Violeta Parra.
(1) En la segunda versión, editada en El folklore y la pasión, pronuncia correctamente «diferencia».
(2) En la segunda versión: «por eso, su señoría».
(3) En la segunda versión: «centenario tricolor».
(4) En la segunda versión: «y viva la libertad».
(5) En la segunda versión: «no tiene fuego la Luisa, / ni lámpara, ni pañal».
(6) En la segunda versión: «y viva la libertad».
(7) En la segunda versión: «la bandera nacional».
(8) En la segunda versión: «cueca amarga nacional».
Isabel Parra sigue la primera versión de Violeta, pero introduce los siguientes cambios: «de pena y de sufrimiento» (estrofa 3), «con vigilantes armados» (estrofa 4), «y me hablan de libertad» (estrofa 6), «por eso, su señoría» (estrofa 8), «nadie la puede escuchar» (estrofa 10), «va marchando un Cadillac» (estrofa 11), «cueca larga militar» (estrofa 12).
Después de siete años sin publicar nuevo material, Ana Belén lanza Vengo con los ojos nuevos, un álbum compuesto por once canciones originales en el que autores como Pedro Guerra, Vicky Gastelo o Víctor Manuel aportan letras centradas en la mujer, la memoria y la mirada vitalista hacia el presente. La producción corre a cargo de David San José.
A sus 94 años, Omara Portuondo publica Eternamente Omara, un nuevo trabajo discográfico en el que revisita grandes canciones del repertorio cubano acompañada por artistas como Nathy Peluso, Pablo López, Angelique Kidjo y Silvio Rodríguez, quien cantará Demasiado, tema incluido originalmente en Segunda cita (2010).