Te amé durante mucho, mucho tiempo.
Sé que este amor es real,
no importa cómo todo salió mal,
eso no cambia la forma en que me siento.
Y no puedo creer que el tiempo
vaya a curar esta herida de la que estoy hablando.
No hay cura. No hay cura.
No hay cura para el amor.
Me muero por ti, cariño,
no puedo fingir que no.
Necesito verte desnuda,
en tu cuerpo y en tu mente.
Te tengo como una adicción,
y nunca me saciaré.
No hay cura. No hay cura.
No hay cura para el amor.
No hay cura para el amor.
No hay cura para el amor.
Todos los cohetes espaciales
están ascendiendo cruzando el cielo.
Los libros sagrados están abiertos de par en par.
Los doctores están trabajando día y noche.
Pero nunca encontrarán esa cura para el amor.
No hay bebida ni droga
-Ah, decídselo, ángeles-
No hay nada lo suficientemente puro
para ser una cura para el amor.
Te veo en el metro,
y te veo en el autobús,
te veo tumbada conmigo,
te veo despertando.
Veo tu mano, veo tu pelo,
tus pulseras y tu cepillo.
Y te llamo, te llamo,
pero no te llamo con la delicadeza suficiente.
No hay cura. No hay cura.
No hay cura para el amor.
Entré en esta iglesia vacía,
no tenía ningún otro sitio al que ir,
cuando la voz más suave que jamás he oído,
susurró a mi alma.
No necesito ser perdonado por quererte tanto.
Está escrito en las Escrituras.
Está escrito ahí con sangre.
Incluso oí a los ángeles proclamarlo desde las alturas.
No hay cura. No hay cura.
No hay cura para el amor.
No hay cura para el amor.
No hay cura para el amor.
Todos los cohetes espaciales
están ascendiendo cruzando el cielo.
Los libros sagrados están abiertos de par en par.
Los doctores están trabajando día y noche.
-No hay cura para el amor-
Pero nunca encontrarán esa cura para el amor.
-No hay cura para el amor-.
El trovador cubano Silvio Rodríguez dará inicio a su próxima gira latinoamericana con una presentación pública y gratuita en la escalinata de la Universidad de La Habana, el 19 de septiembre a las 19:00. El histórico enclave volverá a convertirse en escenario de la Nueva Trova, en un evento que marcará el punto de partida de una serie de conciertos por cinco países de América del Sur.
La cantautora mexicana Natalia Lafourcade actuó en solitario ayer domingo en el Liceu de Barcelona en el marco del Suite Festival, en un concierto cargado de emoción radical, depuración estilística, mestizaje sonoro, dramaturgia íntima y canción de autor en estado puro. Sílvia Pérez Cruz fue su invitada en sensible abrazo musical.