Y a pesar de todo, la vida
Qué mundo más sucio, qué tristeza,
cuánta miseria, cuánto miedo,
cuánta codicia, cuánta muerte
flotando en el mar…
El mundo en manos de iluminados,
qué caro el pan de los humillados.
Palmira muere agonizando,
y aquí todos mirando para otro lado.
Y a pesar de todo, la vida, la vida, la vida…
a codazos se abre paso,
y nacen criaturas de ojos limpios,
y de un bosque quemado brota una rama,
y el poeta vuelve a escribir,
y el carpintero a su madera,
y sobre alguna barca, calan redes a la mar.
Qué mundo más feo, qué vacío.
Esta danza de buitres
y su macabro ritual
al dios dinero ofrendan sangre.
Ladrones confesos, prepotentes,
se ríen de los desesperados.
Sicarios de la vanidad
caminan libres por las calles.
Y a pesar de todo, la vida, la vida, la vida…
a codazos se abre paso,
y crecen flores en los desiertos,
y brota el agua en las fuentes secas,
y los suicidas se lo repiensan,
y el amor planea en círculos
desplegando alas inmensas, como gaviotas de ciudad.
Y a pesar de todo, la vida, la vida, la vida…
a codazos se abre paso,
y dos niños entre el horror
juegan felices al fútbol
en su campo de refugiados.
Y ahora mismo frente al mar
alguien, serenamente, lee un libro…
Y a pesar de todo, la vida, la vida, la vida…