Andreu, amigo

Andreu, amigo, intérprete de metales,
de dónde ha venido la fuerza y la vida
que reencontramos en tu escultura.

De los puentes del río y de las piedras viejas
de las claras mañanas, de la luz de las adelfas,
de tus dos pies de paseos dóciles.

Calles estrechas y espacios poco metafísicos,
todo el intríngulis de una ciudad difícil,
indiferente y secularmente puta.

Del lomo del perro la majestad doméstica,
el ángulo feroz de vertical segura,
esenciales virginidades remotas.

Andreu, amigo, intérprete de metales,
erótico casto de madera bien antigua,
llegas tú donde se rompe la palabra.

De hierro viejo y de medida insigne
-hermanos de grito- te he hecho este poema,
Andreu, amigo, intérprete de metales.