Poblina del adolescente (o Postal adolescente)

Una calle conocida de arriba abajo
un parque lleno de amigos y confesiones
una pantalón de domingo y uno de lunes
una secreta máquina de afeita,

una breve historia que contar.

Sea una fiesta de quince, una muchacha
que para nosotros resulte muy diferente
sea una palabra, un gesto, una mirada
sea una pieza bailada, un mes de ayuna
un mes recordándola,

una breve historia que contar.

Una declaración de amor bien ensayada
una respuesta lograda, un largo beso
ser esos meses de ser como gigantes
ser los dueños del alba, de los colores del prisma
ser esos meses de ser ronda, serenata o lago,

una breve historia que contar.

Y no aceptar las cosas cuando terminan
desaprobar tres veces la geografía
pensar que nuestros padres no nos comprenden
trae como consecuencia siempre meprobamatos,

una breve historia que contar.

Sea por lo que sea nos largaremos
con nuestra carga sobre los hombros
sea por lo que sea nunca sabremos
en qué momento fue que hasta aquí llegamos.

Y hoy que nos proponemos narrar el tiempo
de cuando fuimos los dueños del universo,
resulta,

una breve historia que contar

y nos reímos de todo aquello
ahora de lejos, de lejos ahora,
ahora.