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Novedad discográfica

Llongue: «En mí no hay un bolerista pero tengo alguna canción que es un bolero»

por Manel Gausachs el 19/02/2014 

El rockero catalán Llongue celebra sus 20 años de carrera en solitario con El mestre ha estat a casa, un disco antológico acompañado sólo por el piano de Charly Soler.

Llongue sin guitarra en las manos o la soledad del «crooner» ante el micrófono. © Miquel Simó Orenes
Llongue sin guitarra en las manos o la soledad del «crooner» ante el micrófono.
© Miquel Simó Orenes

 

En febrero de 2010 se conocieron en un bar, por casualidad y gracias a un amigo común. Vivían en el mismo pueblo y en la misma calle y no lo sabían. Y es que La Pobla de Montornès, según palabras del propio Llongue, es un pueblo 'de cabras' a 15 kilómetros de Tarragona donde se vive muy tranquilo, o sea, un 'paraíso' para estos dos 'exiliados' de la gran ciudad: Llongue de Sabadell y Charly Soler de Barcelona. El primero es un rockero con apreciable sensibilidad por la balada y el segundo un pianista de jazz con una clara inclinación por el musical 'hollywoodiano'. Pero antes de hablar de este encuentro hagamos un poco de historia.

 

Los inicios de Llongue hay que buscarlos en 1982 cuando, al terminar el servicio militar, él y su compañero de pupitre Aleix Creus formaron La Madam. Una banda que practicó durante la década de los 80 un pop asilvestrado, tirando a 'funky', muy particular por su eclecticismo y por lo iconoclastas que eran. Sus letras eran muy ingeniosas, las baladas de Llongue bellísimas, y el carisma y la 'guasa' que destilaba la voz de Aleix Creus única. Desgraciadamente duraron poco, una década.

 

En diciembre de 1992, pocos meses después del final de la formación, Llongue debutó en solitario con Balades i vetllades (Baladas y veladas) (Discmedi, 1992), un título que era toda una declaración de intenciones. Desde entonces ha editado cinco discos de estudio. Cinco obras que han oscilado entre dos polos: entre la balada, como no podía ser de otra forma, y el pop guitarrero de clara influencia 'beatleiana' y de Lennon en solitario. Pero en lo que destaca Llongue es en el falso romanticismo que destilan todas sus canciones, algo muy poco frecuente en el mundo del rock. En mi modesta opinión, su grandeza radica en esta característica de su obra. Es como un bolerista 'de pelo largo', que no lo es y que practica una ironía y una sorna sobre los sentimientos amorosos muy catalana.

 

Tras el encuentro fortuito del 2010 Llongue y Charly se fueron encontrando en el estudio de grabación que el primero tiene en su casa. De ahí surgió la idea de hacer los 'bolos' que han hecho juntos en los últimos tiempos en pequeños locales y en los que también ha participado Sol Baker, cantante y esposa de Charly. Fue en el transcurso de estos 'bolos' cuando a Llongue se le 'encendió la lucecita': El disco antológico que tenía pensado hacer para celebrar sus 20 años de canciones en solitario lo podía hacer con 'el mestre' que tenía al lado de casa. Y es que Charly Soler i Montoliu es todo un 'maestro' del piano que ha acompañado, entre otros, a los más grandes del bolero como Lucho Gatica y Moncho, al tenor Josep Carreras y al rey de rumba catalana Peret. Un músico de carrera que ha dirigido grandes orquestras como la Orquestra Encantada y la Orquestra Rialto y que, como gran hazaña 'películera', acompañó al mismísimo Gene Kelly en el rodaje del spot publicitario que este hizo a mediados de los 80 en Barcelona para una popular marca de cava (champán).

 

Son doce temas los que se incluyen en este El Mestre ha estat a casa (El maestro ha pasado por casa): nueve de su carrera en solitario, uno de La Madam, un archiconocido estándar del jazz para cerrar el disco, y un tema totalmente inédito que es una musicación de un poema de Josep M. López Picó de los años 30 llamado El grill (El grillo), unos versos que tienen un gran valor sentimental para Llongue porque se los recitaba su madre cuando era pequeño y porque los encontró, años más tarde, en un libro escolar. Tenía previsto publicar esta canción en su próximo disco de temas nuevos pero ha decido incluirlo en este porque 'pegaba', según sus palabras.

 

El disco empieza con Laia, una dulce canción dedicada a un amor fugaz de su etapa con La Madam. Para la nueva versión Llongue se ha acompañado de las tres cantantes con las que ha trabajado últimamente: Sol Baker, Núria 'Nu-Nu' García y Carme Calvo. En este El mestre ha estat a casa Llongue ha aparcado sus temas más guitarreros que, principalmente, se concentran en La bèstia (Pedralbes Produccions, 1995) y Marilú (Papa Music, 1997), aunque del primero ha incluido Mai mai (Nunca nunca) para homenajear a su amigo, y compadre en la grabación de esos dos discos, Lluís Gomis, el que fue batería de Los Sírex y que nos dejó hace un par de años. Y a pesar de que esta es una obra eminentemente de voz y piano, también aparecen puntualmente el saxo y la flauta de Santi Caballero y el violonchelo de Fernando Mas.

 

Para hablar de la génesis del disco y para hacer un balance de toda su obra, nos reunimos con él en un bar del barrio barcelonés de 'Els Quince' y con un café con leche delante. A continuación reproducimos los fragmentos más destacables, y publicables (!), de una conversación que duró más de una hora.

 

Portada del disco «El mestre ha estat a casa» de Llongue.

 

¿La idea de hacer un disco antológico y de hacerlo con Charly cómo surgió?

 

En un principio tuve la idea de decirle a mis amigos: "¿Si tuvieras que escoger diez canciones mías cuales escogerías?". Más que nada para saber qué decían, pero no por hacerles mucho caso, la verdad... Después pensé en remezclar algunas de las tengo acceso al máster, o incluso pensé en grabarlas de nuevo o simplemente dejarlas tal como están y hacer un recopilatorio... Pero luego tuve la idea de hacer esto. Pero en un principio era para hacerlo sólo en directo... Algo que va muy acorde con los tiempos que corren ya que ir a tocar acompañado de banda cada vez es más complicado... Y así como mínimo no es el típico 'rollo' de dos guitarras sólo...

 

Y hay una relectura de los temas...

 

Exacto...Charly (Soler) tampoco es exactamente un pianista de jazz, aunque él te dirá que sí. Él tiene una manera de tocar muy particular, yo encuentro que muy 'hollywoodiana', muy cinematográfica... Con unos finales muy redondos, no sé... Pero a la vez también es muy 'clásico'... En definitiva tiene una forma muy particular de hacer las cosas que me gusta... Y luego pensé: "A ver, temas míos de piano...". Pero pensé: "¡Vaya tontería!". Precisamente la gracia está en que sean canciones que no estén hechas con piano...

 

La verdad es que tienes pocas canciones que podríamos decir que son 'de piano'...

 

En el último disco hay algo y es que hace relativamente poco que me he puesto con el piano... Pero ya te digo, él (Charly Soler) casi ni escuchó las versiones originales de los discos...

 

¿O sea que Charly no ha participado en la selección de temas?

 

No... A ver... Como en los últimos meses hemos actuado juntos en directo hemos tocado más canciones de las que están en el disco... Si en este disco hay 11 —porque hay una que no es mía— al menos hemos probado en directo una vez, como mínimo, unas 20 o 25. Algunas finalmente han llegado al estudio y otras no.

 

Ya nos has hablado un poco de Charly pero... ¿Cómo lo definirías como pianista?

 

Charly es un pianista excepcional y tiene más sensibilidad de la que quiere aparentar. Esto es evidente...Transmite una frialdad que no es tal, pero le gustaría aparentarla del todo. Lo que sí que es cierto es que es un tío que en algunos aspectos la vida le ha dado, como a todo el mundo, más de una patada y en algunos aspectos está quemado y quiere dar esta imagen... Por ejemplo, cuando le preguntas: "¿Cómo fue el bolo del otro día?", te dice: "Pagaron, luego fue bien". Pero luego cuando lo ves tocando ves que se lo está pasando en grande, pero cuando va al 'bolo' no se lo pasa bien y ya querría haber terminado... En cambio, cuando está en el estudio está más a gusto pero al cabo de un rato ya te dice: "Vamos al bar a tomar una cerveza"... Tampoco se quiere pasar todo el día en el estudio...

 

(Pausa y cambio de tercio) Entonces yo le enseñaba la canción... Estos son los acordes... Le decía: "Hazlo más lento... hazlo así... hazlo asá"... Nada, sólo cuatro sugerencias porque le di total libertad... Me lo grababa y después yo le daba vueltas al asunto y le decía si aquella canción la volvíamos a hacer o no... En este disco hay canciones que son una primera toma de Charly porque tiene una espontaneidad bestial con el piano… Técnicamente es buenísimo, es muy rápido... Ha trabajado con muchas orquestras en Barcelona, ha sido el pianista del (Hotel) Ritz... En definitiva, es un profesional de tomo y lomo. Él se define de la siguiente manera: "Yo no soy un buen pianista, el buen pianista era mi hermano". Su hermano era uno que le llamaban el 'Beethoven'...

 

¿El 'Beethoven' de la Orquestra Plateria?

 

... ¡Sí, este!... Su hermano (Josep Lluís Soler 'Beethoven') tocó con mucha gente... Hizo arreglos para muchísima gente... Tocaba el piano y la trompeta... Siempre lo cita. Dice que decía: "Pocas notas y bien puestas" y "Estudiar en casa y si puede ser desde pequeño"... Y también dice: "Yo no soy un buen pianista, yo sólo soy un buen manipulador de piano"... He tocado con teclistas de muchos tipos, con gente que toca el piano más o menos, pero para mí Charly es 'flipante' porque... Y lo digo como guitarrista que soy... El piano sí que es un instrumento de verdad porque con él haces acompañamiento y melodía. Con la guitarra también se puede hacer pero se necesita mucho nivel... Pero en cambio con el piano es más sencillo y es un instrumento terriblemente completo... Y claro, tú, como escritor de canciones hechas con guitarras, como 'el tipo de pelo largo que toca la guitarra', cuando te encuentras con alguien de la categoría de Charly que te coge una de tus canciones pues al final te sorprende que esa canción la hayas hecho tú... Digamos que este disco viene a ser una versión económica de 'Llongue sinfónico' (Risas)... Porque evidentemente no me puedo permitir una orquestra sinfónica, pero el tratamiento viene a ser el mismo porque el piano se mueve por los terrenos que se mueve una orquestra.

 

Josep Maria Llongueras «Llongue» y Charly Soler cerrando el trato. © Miquel Simó Orenes
Josep Maria Llongueras «Llongue» y Charly Soler cerrando el trato.
© Miquel Simó Orenes

 

He echado de menos Dolcíssima Maria de Jocs prohibits (Juegos prohibidos) (Nat Team Music, 2006), tu mejor disco en mi opinión...

 

Es una de las que nos miramos... Es de las últimas que probamos. Es una canción que me costó mucho que se me ocurriera hacerla así porque es muy guitarrera. Costaba imaginársela en piano. Después de algún 'bolo' nos la miramos y la verdad es que no quedaba mal... Es una de estas que hemos probado en el estudio, que nunca la hemos tocado en directo y que probablemente la hagamos algún día... En los conciertos que he hecho con Charly hemos tocamos algún tema más movidito y divertido como Tossa y La família, pero en este disco me apetecía dedicarme descaradamente a la balada porque es donde congeniamos Charly y yo y porque es donde él es especialmente bueno (Y lo remarca con un gesto en la mirada).

 

Claro, es que lo tuyo es la balada... Precisamente los discos más 'guitarreros', La bèstia (Pedralbes Produccions, 1995) y Marilú (Papa Music, 1997), son los dos discos de los cuales incluyes menos canciones en este disco.

 

Es probable... Pero hay canciones de todos los discos... Y no lo hice adrede... Porque, quieras que no, estamos hablando de cinco discos y en el álbum hay once canciones (más una versión de la que hablaremos más adelante)... Y como de estas once hay una que es de La Madam, pues la media exacta serían 2 canciones por disco...

 

Sí, pero el disco que gana por 'goleada' es el Balades i vetllades con cuatro canciones...

 

Sí, gana 'de calle'... Predomina porque hay canciones que me gustan mucho y porque no me gusta mucho su producción... No por nada, porque lo hice con los hermanos Ten cuando empezaban, y en teoría yo era el productor y en realidad fue un disco que no tuvo productor (…) Evidentemente tenían mucha más experiencia que yo, que no tenía ninguna, pero su estudio entonces era un estudio sencillito...Ya habían conseguido algún 'hit', algún éxito de 'música disco', pero nada comparable con lo que son ahora (Se refiere a los hermanos Toni y Txasqui Ten, refutados productores sabadellenses de mucha música 'disco' y de éxitos 'televisivos')... Es que yo en aquella época venía de grabar con La Madam, en la que tocabas un rato y pasaba otro a grabar su parte...Y además siempre estaba 'por ahí' Marc Grau (el productor de toda la obra de La Madam excepto su último maxi-single) poniendo orden... Y de golpe me encontré con un disco donde todo lo tenía que hacer yo y donde yo mandaba en todo... Porque prácticamente todos los instrumentos del Balades i vetllades los toco yo, incluso toco el bajo en muchas. Ricard (Álvarez) lo toca sólo en algunas. Las baterías, las pocas que hay, son falsas. Eliseu (Fornells) (batería de La Madam) sólo vino al estudio para darnos cuatro indicaciones, porque las baterías de ese disco están hechas con cajas de ritmos... La verdad es que yo en la grabación de ese disco estaba desbordado... Y ellos (Se refiere de nuevo a los hermanos Ten) hicieron lo que hacen todos los técnicos que es ponerte efectos, porque ya que los tienen pues la tendencia es ponerlos. Es un disco muy cargado de 'reverses', algo muy de la época... A ver... No tengo nada que objetar pero es que también es el disco que tengo más lejano. (…) De ese disco hay canciones que me gustan mucho como Ningú es mor d'amor (Nadie se muere de amor) que me la recuperó Litus en un disco suyo...

 


«Cau» (Cae), unos de los momentos álgidos del disco. Llongue a solas con la elegancia y sensibilidad de Charly Soler.

 

Litus es un joven cantautor catalán, vocalmente muy potente, a quién Llongue ha producido varios de sus discos y ha remasterizado su última obra Autoreverse (La Produktiva Records, 2012) en sus estudios (Estudi de La Pobla). Un disco que, por cierto, ha tenido cierta repercusión en Venezuela.

 

Hablando de Litus... ¿Es verdad que un día tuviste la idea de que fuera él el que te cantará tus canciones?

 

(Sonríe) Sí, un día se lo dije: "Haré un disco que se llamará Que las cante él" y que las cante él... Sí, porque cada vez que ha cogido un tema mío —porque ha grabado esta pero ha cantado alguna más— me ha gustado mucho... El tío canta 'de la hostia', canta muy bien... La canción te la 'hace crecer' mucho. Pero bueno, fue una idea que tuve... (Hace una pausa y nos confiesa)... Durante la grabación de este disco tuve un momento de crisis y pensé en recuperar la idea... (Ríe) Sí, porque yo nunca he sido un gran cantante... Me espabilo, me busco la vida, pero, claro, una cosa es cantar acompañado de banda —o incluso cuando canto yo sólo con la guitarra canto de una determinada manera— pero otra cosa muy diferente es cantar acompañado sólo de piano porque te obliga a cantar de una nueva manera... La verdad es que en este disco me he encontrado asumiendo un nuevo rol y la verdad es que creo que me ha ido muy bien y que he aprendido cosas.... La ventaja que he tenido es que lo he grabado en mi casa (Se refiere a su estudio) y hay canciones que las he grabado 40 veces hasta que he encontrado mi forma de cantarlas 'a lo crooner'. (…)

 

Por cierto, en Ningú es mor d'amor hay una entrada que la haces a destiempo, que me ha parecido que era una imperfección buscada. ¿Es así?

 

Sí, exacto, eso es muy de 'crooner'... Esto es una de esas cosas que hice cuando me di cuenta que tenía que escuchar menos el piano porque si no no encontraba mi manera de cantar...Es decir, cuando vi que la cosa funciona cuando tú cantas como te da la gana. Cuando escuchas a (Frank) Sinatra, cantando una canción que te la sabes, te das cuenta que nunca entra a tiempo... Ahora me adelanto... Ahora me atraso y ya me seguiréis... Evidentemente esto es un juego que hay que saber hacerlo... Me ha gustado y me he divertido bastante haciéndolo.

 

Tus canciones tienen un tono melancólico y de desamor muy bolerista....Tus canciones no son boleros pero...

 

Sí, entre bolero y tango... Sí, aunque siempre tienen una mirada 'destroyer'...Más de desamor que de amor... O de "no te creas nada del todo" como en la canción Ningú es mor d'amor... "Te voy a romper el corazón pero no te voy a matar"... Ningú es mor d'amor de hecho es un bolero. Y Quan sigui primavera (Cuando sea primavera) tira más hacía el tango, incluso. Es más dramática. O en La dona invisible (La mujer invisible) hay un momento en que como la canto que...No me quise pasar para no resultar cómico, pero intenté darle un 'punto'... (Y se puso a imitar la forma prototípica de entonar un tango) Quise darle un punto 'atangado', 'gardelineando' un pelín para darle un punto trágico...

 

Yo creo que esta sensibilidad es muy tuya, como mínimo en Cataluña, porque tiene un punto de falso romanticismo, diría yo, que me parece muy particular porque la hace alguien que viene del rock...

 

Y también tengo un punto teatral, de comediante... Pero no pienses que es algo consciente. Yo también me lo he descubierto a mí mismo... '¿Fíjate?'... Estoy empezando a entender como hago las cosas.… Claro, ahora empiezo a tener unas cuantas canciones y empiezo a ver las 'líneas' que van tomando... Si tuviera que clasificar toda mi obra seguramente tendría que clasificarla en unos cuantos grupos, en unos cuantos 'sacos', y seguramente en este disco no hay canciones de algunos de estos 'sacos'...

 

Sí, como te decía no hay ninguna de la línea 'rockera' o de la línea 'frívola' que hacías con La Madam...

 

No, hay ninguna... Pero bueno, ya está bien... Me he centrado en un 'punto' de mi obra.

 

Por cierto, sé que tienes un bolero inédito en castellano que compusiste para Litus que nunca se ha editado...

 

La hice no hace mucho cuando Litus tenía que grabar su disco El sur del cielo... A Litus le cogió la paranoia que quería tener muchos temas para presentarlos a su discográfica y nos pidió a sus amigos que le pasáramos temas. Pero al final esta canción no la grabó...

 

¿O sea que es una canción pensada claramente para él y que tú no te ves cantándola, no?

 

Nunca de la vida... Primero porque es en castellano y en castellano no me veo... No me gusta mi acento... Cuando hice la 'maqueta' me lo curré, porque hice una maqueta donde la canté yo, e intenté evitar las 'l' palatales...

 

¿A lo mejor la podrías readaptar al catalán?

 

No, no es traducible... La letra traducida no funciona... (Y nos recita unos versos de la canción que, por tratarse de una obra no editada, no transcribimos).

 

¿O sea que no hay un Llongue bolerista escondido?

 

(Ríe) No, no,... Escondido no, aunque podría hacer boleros... Pero Ningú es mor d'amor, como te decía, es un bolero. Si escuchas la primera versión del Balades i vetllades verás, por las congas, que se le dio un tratamiento de bolero... Pero bueno, me gusta tocar diferentes 'palos'. También he hecho 'reggaes' y no por eso hay un 'rastafari' escondido en mí...

 

Podrías pasársela a Moncho que de vez en cuando hace un disco en catalán de boleros...

 

(Sonríe) Pues sí, a lo mejor se le podría pasar alguna cosa... A uno cuando se le pasa esa cosa, de cuando se es joven, de que "quiero ser famoso", ser 'el autor en la sombra' de alguien debe ser fantástico... (Reímos) ¡Y que molesten al otro!... Sí, sí y que persigan al otro por los pasillos de los aeropuertos mientras tú estás tranquilamente en tu casa cobrando 'royalties' (Y seguimos riendo mientras nos terminamos el café con leche).

 


«Màgica»: magia, clasicismo y melancolía Llongue en poco más de dos minutos.

 

Supongo que has encontrado tanto tu forma de cantar a lo 'crooner' que hasta te has atrevido, para cerrar el disco, con un tema que popularizó el mismísimo Frank Sinatra... ¿El tema Young at heart lo has escogido por el título y por la letra?

 

(Sonríe) Es un tema que me gusta mucho... La letra es muy tópica... Dice que lo importante es ser joven de corazón... Pensé que a mi edad tampoco quedaba mal la temática pero, básicamente, la escogí por la música y porque es una canción que me gusta mucho. También la escogí porque quería que este disco también fuera una 'demo' de lo que hacemos en directo (se refiere a los conciertos que ha hecho últimamente con Charly Soler). Y en directo me gusta terminar con esta canción… A mí me gusta mucho cantar en inglés un rato... Incluso estuve a punto de cantar un blues que hacemos en directo pero al final no lo puse porque no me terminaba de gustar como me quedó...

 

Y además conecta con la sensibilidad 'peliculera' de Charly...

 

Exacto, y además nunca había grabado un tema que no fuera mío.

 

En el contexto del disco esta canción parece que sean los créditos finales de 'la película'...

 

(Sonríe) Me hace gracia lo que dices porque ves más cosas que yo... Me parece muy divertido... Y no digo que no pueda ser, pero quizá lo hago inconscientemente... Pero bueno, por algo está al final... Porque cuando la hago en directo siempre la toco al final porque normalmente cuando hago versiones en directo después no regreso a ningún tema mío. Supongo que es porque cuando lo hago tengo la sensación de haber subido un 'escalón', inferior o superior. Siempre tengo esa sensación a menos que toque delante de un público muy 'fanático', que me conozca mucho y que me permita estos juegos de 'ir y venir'.

 

¿Detrás de este disco hay la voluntad de marcar un punto de inflexión? ¿De decir 'hasta ahora las cosas han sido así, a partir de ahora serán de otra manera'?

 

¡Ojalá! A ver... Ahora lo que tengo muchas ganas de hacer es otro disco de estudio con canciones nuevas... ¿Si será diferente de Els meus amics (Mis amigos) (Nat Team Media, 2010)? Sí, pero 'hasta aquí puedo leer' porque la verdad es que no lo sé... Sí que es verdad lo que has dicho tú, empecé con un disco de baladas y ahora cierro el 'ciclo'... Pero yo todo esto no lo he pensado premeditadamente, simplemente ha pasado... En cierta manera, a mí me gusta que el viento se me lleve... Así que, de la misma manera que el 'viento' me ha llevado a hacer este disco con Charly, a ver dónde me lleva ahora... Pero bueno, si hago otro disco lo haré con la banda que me acompaña desde hace años (se refiere a Ricard Álvarez al bajo, Oest a la guitarra, y Jordi Mourelo a la batería) o sea que tampoco será tan diferente...

 

¿A Els meus amics?

 

Mmm... Veo un disco más cercano al 'color' del Jocs prohibits que al de Els meus amics... Él disco Els meus amics es un disco mucho 'de banda', 'de directo'... Ahora tengo ganas de hacer un disco más 'de estudio'... Eso sí, en Els meus amics toqué poco la guitarra, la mayoría las hizo Oest, en este nuevo disco tocaré más yo, y pondré más teclados y me lo haré más todo yo.

 

¿Cuál es tu balance después de 20 años de carrera en solitario y de cinco discos de estudio, sin contar este último porque es antológico?

 

Creativamente me siento bien... Siempre me he preguntado, cuando observo a artistas que me han gustado mucho y que luego no tanto, ¿qué hace que un artista que te ha gustado mucho luego no lo encuentres tan bueno? ¿A todos les pasa lo mismo?... Seguramente habrá alguien que me dirá: "Tu mejor disco lo hiciste hace 20 años", pero yo tengo la sensación que cada vez lo hago mejor… Esto es una visión muy particular. Está claro que este disco no es comparable a ninguno de los otros pero yo creo que es un disco que está bien... Creo que voy a más...Me siento creativo y no siento que me repita, aunque como decía Marc Grau: "Copiarse a uno mismo se le llama estilo". (…) Pero por otro lado tengo la sensación que los medios (de comunicación) me hacen muy poco caso... No sé, voy haciendo discos y estoy produciendo cosas y... (Hace un gesto de incredulidad dirigido a la prensa musical catalana) ¿Qué pasa, no existo?

 

¿Y La Madam?

 

A La Madam también es dificilísimo que se la recuerde... A veces se hacen cosas sobre 'la Historia de la música de este país' y tal y cual y... nada. Pero, bueno, por el lado positivo está que estoy haciendo lo que me gusta y que sigo haciéndolo. El hecho de que tenga mi estudio (de grabación) propio me da muchas ventajas y me permite conocer a mucha gente. Y toda esta falta de reconocimiento y respeto por parte de los medios sí que noto que lo tengo por parte de los músicos... Entre los músicos sí que estoy considerado y lo noto... Hablas con gente y quieren colaborar contigo, y saben quién eres... En este sentido estoy muy contento... Y cada vez más porque, aunque que quieras que no, te vas haciendo viejo y vas recogiendo más 'laureles'... Y estoy conectadísimo con gente mucho más joven que yo que están haciendo cosas interesantes y que quieren que les ayude, y les ayudo... En este sentido me siento muy puesto en el 'mundillo'... Pero lo único que me falta es ese 'punto'... Yo no quiero ningún premio, simplemente me gustaría que me dieran alguna 'carta' para jugar la 'partida', porque me da la sensación que no estoy en la 'partida' y esto sí que me da rabia.

 


La balada «Quan ja sigui primavera» en la versión original del disco «Els meus amics» (Nat Team Media, 2010).






 
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