Se celebra el I ciclo Decanta que marida música y vinos de autor

Roger Mas maridó un vino rosado con sus primeras canciones. © Decanta

El primer concierto, el del viernes, que maridaba la música de la compositora Maria Coma con los vinos de DG Viticultors, hizo resonar la Sala de Cata de Cal Feru con una atmósfera muy especial llena de matices y sensaciones, fruto de la combinación de delicadeza y potencia que aportaban tanto música como vinos. Los vinos que se presentaron fueron el cava DG Viticultors Rosé, el vino Cinclus 09 SC, el vino dulce Petit Caligo y el vino dulce Caligo. El repertorio de María Coma, que venía acompañada a la batería por el productor de sus discos, Pau Vallvé, constaba mayoritariamente de piezas del último disco que ha publicado, Celesta, aunque también en incorporó alguna de sus trabajos anteriores. Tanto los responsables de la bodega, Pere Domènech y Antoni García, como la cantante, fueron explicando y relacionando sus vinos con las canciones según la selección previa que habían hecho.

El concierto del sábado tuvo lugar en la majestuosa bodega de la Fassina de Can Guineu, con Roger Mas solo con su guitarra, en toda pureza y elegancia, con canciones de diferentes momentos de su trayectoria, que maridaban magistralmente con los vinos del Celler Pardas. Las explicaciones de unos y otros, los paralelismos entre sus "obras" y el contexto inmejorable en el que se realizó, hicieron de este concierto un evento único. El primer vino, que presentó Ramon Parera, enólogo del Celler Pardas, fue el Sumoll Rosado, que el cantautor de Solsona maridó con canciones de sus primeros discos como L’home elefant o Les obagues de l’eixample. El siguiente vino que se probó fue el Negre Franc, que fue acompañado de algunas de las canciones hechas a partir de poemas de Verdaguer que se encuentran en el disco Cançons tel•lúriques. La velada continuó con la explicación del tercer vino, el Xarel·lo, por parte de Jordi Arnan, agrónomo del Celler Pardas. Este vino blanco, hecho a partir de cepas de viñas muy viejas, se maridó con canciones de diferentes discos que tenían como vínculo el hecho de hablar de masías y tradición familiar y con un poema de Joan Maragall. Finalmente, el último vino degustado fue Collita Roja, con algunos de los grandes éxitos del cantautor y una poesía de Vicent Andrés Estellés titulada El vi.

El tercer y último concierto tuvo lugar en la Sala de Cata de Cal Feru el domingo. Se combinó la música de Joan Garriga, que vino acompañado por el acordeonista Carles Belda, con cavas de Pere Mata. Este concierto tuvo un tono festivo muy especial, debido a la combinación de unas músicas alegres y unos cavas con personalidad. Se probaron cuatro cavas diferentes: Cupada nº10, l’Origen, l’Ensamblatge i Reserva de la Família. Los músicos, con sus voces y sus dos acordeones —y guitarra en alguna canción—, regalaron un largo repertorio que contaba tanto con canciones del grupo La Troba Kung-Fú como con otras tradicionales y también con algunos fragmentos de la "glosa" que iba improvisando Carles Belda tras la presentación de cada uno de los cavas.

La Taberna Musical

La Taberna Musical ha estado abierta durante los tres días de ciclo y ha ido teniendo asistentes de manera regular, pero con especial afluencia el sábado por la noche y el domingo al mediodía. Este espacio, donde se podían degustar 22 vinos o cavas, maridados cada uno con una canción, sorprendió a los asistentes por la originalidad de su funcionamiento, en que se había de utilizar el propio teléfono celular y los auriculares que se suministraban para escuchar las canciones que iban asociadas con cada producto. Los vinos y cavas eran todos del Penedés y las músicas, en esta edición, eran canciones de autor de diferentes rincones de los países de expresión catalana.